Me quedé mirando el cielo ésta noche, creo que había olvidado lo mucho que me gusta hacerlo, cuánto tiempo ha transcurrido desde la última vez que lo hice? no lo sé… supongo que no tanto pero me volví a admirar contando estrellas. Titilantes sentía que me miraban y me arrancaron quizá más de un suspiro.
Seguro estoy que no se trata de la nostalgia navideña porque tengo la misma sensación durante las pocas épocas del año en que se les puede mirar en ésta contaminada ciudad y acerca de eso me quedé reflexionando…
Que dicha la de una estrella por no tener que esconderse, que tranquilidad porque a pesar de guardar mil secretos no tienen nada que ocultar y a pesar de los temporales o de la contaminación humana ellas permanecen en su mismo sitio, fieles a quien han iluminado con su luz.
Que afortunado soy de que nada me impida volver a verlas y platicar con ellas, declararles mi amor y saber que mañana no tendré remordimientos en levantar nuevamente la mirada y abrazarles con la mayor de las ilusiones… que bueno que puedo gritar su nombre delante de cualquiera!!!
Que suerte la mía que a pesar de estar tan lejos y de que quizá pasará una larga temporada sin que aparezcan en mi firmamento nuevamente, sé que nos reencontraremos enamorados cualquier mágica noche.
Incluso cuando llegue la hora de mi desenlace y por siempre compartiremos un secreto: ambos brillaremos con luz propia.
Que grandeza de la vida permitirme decidir ser alguien especial y mantener la sencilléz atada a mis pies sobre la tierra, que pena por los que han tenido algo lindo y lo han dejado ir.
Que bueno que me enamoro de estrellas, porque si pusiera nuevamente mi alma en algún humano creo que tendría que encontrar mil pretextos para dejar de mirar el cielo.
Dedicado con cariño a todas aquellas estrellas de carne y hueso que andan por ahí y también para cualquier simple mortal que no se haya dado cuenta que para mí tanto en Navidad, año nuevo como en algún verano es época de dar amor.
Hay gente que no es ni la mitad de lo que dice, a mi en cambio me gustaría saber decir la mitad de lo que soy capaz de hacer.
Luis Alberto
(diciembre 27, 2008)
miércoles, 6 de mayo de 2009
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